Mr. Z se fundó en el mes de septiembre de 2014 como una marca original de productos para el hogar dentro del grupo Somnopro.

La época en la que las marcas determinan los productos está llegando a su fin. El consumidor moderno exige productos hechos para satisfacer sus necesidades reales y quiere influir en el diseño del producto desde el principio de su proceso de compra. Para satisfacer las demandas cada vez más individualizadas de los consumidores, Mr. Z estimula la creatividad personal y permite a los clientes dar forma a las características del producto con el fin de satisfacer sus necesidades a la perfección.

En nuestras ajetreadas vidas, algunas veces nos preguntamos:

¿Cómo podemos encontrar tiempo para detenernos a oler las flores? ¿Dedicar un momento a observar la belleza del mundo? ¿Disfrutar de los pequeños placeres de la vida?

Mr. Z quiere llevar una experiencia de lujo a la vida cotidiana.

Creatividad infatigable. Cuidadosa atención a los detalles. Una pasión por llevar a los consumidores experiencias con las que se sientan mimados.

¿Ostentoso o llamativo? Dejaremos eso para el resto de las empresas.

Nosotros preferimos utilizar nuestra creatividad

para diseñar productos que son elegantes y bellos de forma natural.

Todos los artículos que Mr. Z produce están elaborados con amor y con detalles sutiles e inteligentes

que hacen que los lujos del día a día sean una realidad.

Nos encanta aprender de las necesidades de los consumidores

y satisfacer dichas necesidades con diseños innovadores.  

Esa es nuestra pasión.  

Ese es Mr. Z.

Él era un diseñador. Pero su vida no era particularmente inspiradora: Le encantaba dormir, era desordenado, perezoso en el trabajo, un poco vago y algo lánguido… y no pensaba cambiar. Su novia siempre estaba descontenta con su estilo de vida tan pasivo.

Un día, con el fin de inspirarle a perseguir un futuro más brillante para los dos, ella decidió que lo mejor era casarse.

Cuando él llegó al lugar acordado, se dio cuenta de que lo hacía con dos horas de retraso. Su novia se había cansado de esperar y le había dejado una nota: “Pensé que algún día cambiarías para hacerme feliz. ¡Pero incluso hoy llegas tarde! Lo nuestro ha terminado.”

Volvió a casa, desconsolado, y solo quería abrazar la almohada en la que hasta entonces habían dormido juntos. Y de repente, sintió que había algo oculto dentro de la almohada…

La abrió y descubrió que ella se había dedicado a escribir notas con sus sueños y esperanzas para él dentro de la almohada, ¡sin decirle nada! En ese momento se derrumbó y decidió que iba a cambiar.

A partir de ese día empezó a preparar un nuevo plan de vida, decidido a dejar atrás su vida descuidada e inconsciente. Para asegurarse de que no recaería en sus antiguos hábitos, cada vez que se deshacía de alguno de ellos escribiría una nota y la sujetaría en diferentes zonas de la almohada, para no olvidarse de hacer ese cambio.

Desde que decidió cambiar, “no dejar para mañana lo que puedas hacer hoy” fue su lema: Levantarse más temprano, acabar el trabajo antes, llegar a las citas a tiempo. Y a partir de entonces, sus amigos le dieron un nuevo apodo: ¡“Mr. Z”!